Hace poco, día 4 de abril del 2017, publiqué un artículo sobre la
charla que dieron en Uxue Carlos Zuza arqueólogo del Gabinete Trama S.L de Arqueología y Maria Paz de Miguel eminente osteopatóloga pamplonesa sobre el esqueleto encontrado en la plaza mayor de nuestro pueblo.
FOTO: Esqueleto encontrado el 18 de octubre del 2016 en la Plaza Mayor de Uxue |
Conté que vinieron con dicho esqueleto y que lo pudimos ver tal como se muestra en la foto. Al terminar la charla se lo volvieron a llevar a Pamplona (Ver aquí).
Pues bien, una persona seguidora de mis escritos hizo este breve
comentario en Facebook:
- ¿Y por qué tienen que llevárselo, ya que ha aparecido en
Uxue?.
Contesté que según creo, el esqueleto está en manos del
Gabinete de Arqueologia Trama ya que
todavía lo están estudiando.
También contesté diciendo que por lo que yo tengo entendido, todos los restos arqueológicos encontrados en
Uxue (y otros sitios de Navarra) se suelen llevar a un llamado "Fondo de
arqueología de Navarra" donde en teoría están disponibles para el estudio de los
expertos.
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Antes de hablar del lugar donde presuntamente están los objetos y esqueletos encontrados en Uxue, hagamos un repaso del material más importante encontrado últimamente en nuestro pueblo:
1º Prospecciones
arqueológicas bajo el suelo de los ábsides románicos de Santa Maria la Real de Uxue, año 2009.
- Tres suelos de los siglos XI, XIV y XVI.
- Nueve sepulturas excavadas en la roca madre que los arqueólogos dataron de entre los siglos III y IV de nuestra era y que fueron usadas hasta el siglo XI.
- En cada sepultura un esqueleto (uno de ellos, por su tamaño, podía ser de un niño).
- Restos de un pequeño edificio que dataron como del siglo III y que pudo ser un oratorio precristiano.
- Tres suelos de los siglos XI, XIV y XVI.
- Nueve sepulturas excavadas en la roca madre que los arqueólogos dataron de entre los siglos III y IV de nuestra era y que fueron usadas hasta el siglo XI.
- En cada sepultura un esqueleto (uno de ellos, por su tamaño, podía ser de un niño).
- Restos de un pequeño edificio que dataron como del siglo III y que pudo ser un oratorio precristiano.
- Restos de cerámicas de la segunda edad del hierro (antigüedad mínima 2200 años).
- Restos de cerámica del siglo II, III y cerámica sigilata tardía de entre los siglos IV al VI.
- Restos de cerámica del siglo II, III y cerámica sigilata tardía de entre los siglos IV al VI.
Monedas y avalorios encontrados:
- Cuentas de collar de azabache.
- Cuentas de vidrio.
- 16 alfileres de bronce.
- Un dado.
- Un denario de Julia Soemías acuñado en el 220 después de Cristo
- 47 monedas de entre el siglo XIII y XV provenientes de diversos reinos de Europa.
- 47 monedas de entre el siglo XIII y XV provenientes de diversos reinos de Europa.
Todo lo encontrado, incluidos los esqueletos que había dentro de las tumbas, fue llevado a Pamplona para su estudio.
Las tumbas, los cimientos de la iglesia prerrománica y los restos del oratorio precristiano fueron rellenados con grava sobre la que se puso el
suelo actual del presbiterio cubriendo el yacimiento.
2º Prospección de la Plaza Mayor año 2016:
La cista (tumba de piedra) donde apareció enterrado el
esqueleto (Siglo IV o V) fue desmontada
y retirada a un almacén del ayuntamiento de Uxue.
El esqueleto está en Pamplona
bajo estudio del Gabinete Trama.
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¿Dónde se guarda todo lo que apareció en Uxue y en los demás
yacimientos arqueológicos de Navarra?
Comencé a rastrear por Internet buscando información sobre ello y me encontré en el periódico
Gara un artículo de Iñaki Vigor que
seguidamente me atrevo a copiar antes de que desaparezca de este su sitio donde hasta ahora está. En dicho artículo encontraremos respuesta a
tal pregunta.
Antes de reproducir el artículo de Iñaki Vigor, hay que decir que el actual almacén del Fondo arqueológico de Navarra, alojado en la antigua fabrica de la Super-Ser, tendrá que buscar otro emplazamiento pues ahí mismo quiere instalarse la multinacional Ikea.
Antes de reproducir el artículo de Iñaki Vigor, hay que decir que el actual almacén del Fondo arqueológico de Navarra, alojado en la antigua fabrica de la Super-Ser, tendrá que buscar otro emplazamiento pues ahí mismo quiere instalarse la multinacional Ikea.
13/03/2016
Eguneko gaiak
Reportaje
Patrimonio histórico y artístico de Nafarroa.
Los fondos de arqueología, un almacén repleto de sorpresas.
Los almacenes donde se custodian los Fondos de Arqueología
de Nafarroa son una caja gigante de sorpresas.
Dos arqueólogos han realizado
para GARA una visita guiada y han mostrado piezas inimaginables para un
profano, como la enorme muela de un mastodonte que vivió hace millones de años
en la zona de Monteagudo. Cada pieza tiene su historia, y hay cientos de miles.
IÑAKI VIGOR.
Hace unos 15 millones de años vivió en el actual territorio
de Nafarroa el «Gomphotherium», un precursor de los actuales elefantes. Aquí se
conserva uno de sus colmillos.
Lo primero que llama la atención al entrar en el almacén de
los Fondos de Arqueología es la descomunal altura del local, sito en la Avenida
de Zaragoza, en la muga entre Iruñea y Cordovilla.
La explicación es que allí
se encontraba la antigua fábrica Super Ser, la cual necesitaba grandes naves
para poder realizar su actividad.
Ahora alberga infinidad de piezas
arqueológicas recogidas por todo Nafarroa, la inmensa mayoría procedentes de
yacimientos y algunas encontradas de forma casual. La mayor parte de ellas
estaban en los antiguos fondos del Museo de Nafarroa, hasta que en 1985 se sacaron
de sus instalaciones y en 1996 se depositaron en este almacén.
Las piezas están distribuidas en dos enormes salas: una de
680 metros cuadrados dedicada a materiales pesados, como estatuas, estelas,
tinajas o decoraciones arquitectónicas, y otra de 1.300 metros cuadrados que
alberga los objetos «no pesados», pero que en conjunto pesan muchas toneladas
porque ocupan unos 25.000 contenedores.
«Aquí hay millones de piezas», asegura
el encargado del almacén, Rubén Ximenez, nada más abrirnos la puerta para comenzar
la visita.
Como no podemos ver todas, pedimos a Jesús Sesma y Jesús García, los
dos arqueólogos del Gobierno que nos guían, que nos muestren y comenten las que
consideran más importantes o singulares.
«Las mejores piezas de arqueología están en el Museo de
Navarra, pero solo llegan hasta la época romana, mientras que aquí tenemos de
todo.
Algunas piezas poseen inscripciones que nos pueden aportar información muy valiosa», comentan mientras señalan una curiosa piedra que presenta un agujero y unas extrañas letras grabadas.
Algunas piezas poseen inscripciones que nos pueden aportar información muy valiosa», comentan mientras señalan una curiosa piedra que presenta un agujero y unas extrañas letras grabadas.
Luego nos muestran las cajas donde
conservan el pavimento de baldosas que apareció en el Castillo de Tiebas, en el
que vivieron los reyes Teobaldos. «Son piezas únicas», apunta Jesús Sesma.
A cada paso nos detenemos para observar otros objetos muy
llamativos. Hay una hermosa estela troceada que apareció en la calle La Merced
cuando se reurbanizó esta zona del Casco Antiguo de Iruñea; un miliario de
tiempos del emperador Augusto que fecha el momento en que se construyó la
calzada que iba de Cesaraugusta a Pompaelo, hace 25 siglos; numerosas estelas
medievales, de las que en Nafarroa existe «una importante colección», y una
gran losa de piedra a la que estos arqueólogos denominan «expediente X» porque
todavía no han encontrado ninguna explicación convincente. «Es una especie de
menhir que apareció en medio de un poblado, cerca de Monreal (Elo), pero no
sabemos qué es».
Avanzamos un poco más y surge otra gran sorpresa: las
herramientas más antiguas utilizadas por el ser humano que se han hallado en
Nafarroa.
Tienen unos 300.000 años de antigüedad y aparecieron en los años 2009-2010 en término de Cordovilla, cuando se realizó la urbanización de Donapea. Para un profano solo hubieran sido un montón de piedras, pero para un arqueólogo son un auténtico tesoro.
Tienen unos 300.000 años de antigüedad y aparecieron en los años 2009-2010 en término de Cordovilla, cuando se realizó la urbanización de Donapea. Para un profano solo hubieran sido un montón de piedras, pero para un arqueólogo son un auténtico tesoro.
«Si esas herramientas hubieran estado en su
sitio original, se trataría de un yacimiento con una importancia a nivel
europeo.
Hay que tener en cuenta que hace 300.000 años el río Sadar no
discurría por donde lo hace ahora, sino que lo hacía por la parte más alta del
actual pueblo de Cordovilla.
Esas herramientas se construyeron con cantos de río muy especiales, que habían sido arrastrados hasta aquí por el agua. De aquella época apenas hay yacimientos en toda la Península que estén ‘in situ’. Atapuerca y poco más», resumen ambos arqueólogos.
Esas herramientas se construyeron con cantos de río muy especiales, que habían sido arrastrados hasta aquí por el agua. De aquella época apenas hay yacimientos en toda la Península que estén ‘in situ’. Atapuerca y poco más», resumen ambos arqueólogos.
El dato nos parece asombroso, pero apenas tenemos tiempo
para asimilarlo porque llega otra sorpresa: un fragmento del mosaico que
apareció en la Plaza del Castillo de Iruñea cuando se hicieron las obras para
el aparcamiento subterráneo. «Allí se realizó una excavación igual a la que se
ha hecho en otros sitios, pero se trataba de una extensión enorme.
Una de las
cosas que dignifican esta profesión es guardar todo, y de la Plaza del Castillo
se ha guardado todo lo que merecía la pena. Es el yacimiento del que más
material tenemos, y está guardado en estos almacenes», comenta Jesús Sesma con
el aplomo que le dan sus 20 años de experiencia como técnico de la Sección de
Arqueología del Gobierno de Nafarroa.
Yacimientos excepcionales
Su compañero Jesús García lleva trabajando con él 12 años, y
también ha pateado todo Nafarroa. «Estas son algunas de las piezas que hemos
traído del yacimiento de Santa Criz, en Eslaba». Se trata de un busto togado
muy llamativo, varios capiteles y grandes tinajas para guardar vino,
denominadas dolias.
Por el número y calidad de piezas que se están recogiendo, Santa Criz es uno de los yacimientos más importantes de todo Nafarroa, pero hay otro que le supera: el Alto de la Cruz, en Cortes.
«Dentro de la comunidad científica internacional, a Navarra se le conoce sobre todo por este yacimiento de la Edad del Hierro», comenta García mientras señala varias estanterías con miles de objetos encontrados allí.
Por el número y calidad de piezas que se están recogiendo, Santa Criz es uno de los yacimientos más importantes de todo Nafarroa, pero hay otro que le supera: el Alto de la Cruz, en Cortes.
«Dentro de la comunidad científica internacional, a Navarra se le conoce sobre todo por este yacimiento de la Edad del Hierro», comenta García mientras señala varias estanterías con miles de objetos encontrados allí.
Subimos al piso primero del almacén, donde se custodian los
materiales no pesados. El número de contenedores y cajas que se apilan allí es
abrumador. Contienen miles y miles de pequeñas piezas arqueológicas, cada una
de ellas numerada, inventariada y clasificada para hacer posible su estudio por
parte de especialistas.
También se guardan allí los fósiles, porque en Nafarroa no
existe un museo de historia natural ni de paleontología.
«Esto es una muela de
mastodonte hallada en Monteagudo, donde hubo un magnífico yacimiento arqueológico;
se ha quedado fosilizada después de millones de años», nos comentan ambos
arqueólogos. Tiene el tamaño de un puño, lo que nos permite hacernos una idea
del tamaño que tendría aquel mastodonte.
La muela está colocada junto a un cráneo y un gran hueso del
oso de las cavernas hallados en Aralar. Este formidable animal, ya
desaparecido, alcanzaba un peso de 800 kilos, y compartió hábitat con los
humanos.
Todavía resulta más impresionante el colmillo de ‘‘Gomphotherium’’, un
precursor de los elefantes que vivió en estas tierras hace unos 15 millones de
años.
En esta sala de objetos de pequeño tamaño hay un poco de
todo: trozos de mosáicos colocados por todas las paredes; cajas repletas de
huesos de personas y animales que sirven para obtener «una inmensa información»;
tuberías romanas procedentes de Andion (Mendigorria); una bomba de considerable
tamaño hallada en la fábrica de armas de Orbaitzeta; monedas que aparecieron en
la necrópolis que existía junto a la antigua cárcel de Iruñea, en el barrio de
Donibane; un broche de bronce del castillo de Irulegi, que se está
reconstruyendo en la actualidad; cucharas, bolillos, peines y otras piezas de
madera de los siglos XVI-XVII halladas en Iruñea; una bayoneta de la Guerra de
la Independencia que estaba en un acuartelamiento del Éjército francés; una
jarra de época medieval casi entera, y otra del siglo XIV, perfectamente
conservada, que abandonaron los habitantes del despoblado de Rada, construido
en una colina desde la que se controla gran parte del curso del río Aragón.
«Rada es un yacimiento excepcional. Normalmente, en la Edad
Media las gentes abandonaban los pueblos por la peste, y se llevaban todo lo
que podían. Pero los que vivían en Rada tuvieron que huir cuando llegó la
guerra entre beaumonteses y agramonteses y dejaron allí todo lo que tenían»,
explican ambos arqueólogos.
Las sorpresas en esta sala también van surgiendo a cada
paso. Vemos muy bien conservada la funda de una espada que apareció durante las
obras del párking de la Plaza del Castillo de Iruñea, con la representación de
un castillo de tres torres. «Es una pieza excepcional». También resulta muy
llamativo un catavinos del siglo III procedente de Arellano, un pequeño vaso de
barro «en el que el vino sabe a tierra».
Mucho más antigua es una vasija de la Edad del Bronce
hallada en Diablozulo (Gerendiain), y unos vasos de la Edad del Hierro
encontrados en Cortes. Acariciar esos vasos nos retrotrae a hace más de 7.000
años.
Son todavía más antiguos que una vasija de considerable tamaño procedente del poblado neolítico de Urantzia (Los Arcos), uno de los más importantes de toda la Península Ibérica. Presenta la curiosidad de que se rompió y fue reparada en su tiempo, tal como revelan los agujeritos realizados para poder unir mediante cordeles las piezas rotas.
Son todavía más antiguos que una vasija de considerable tamaño procedente del poblado neolítico de Urantzia (Los Arcos), uno de los más importantes de toda la Península Ibérica. Presenta la curiosidad de que se rompió y fue reparada en su tiempo, tal como revelan los agujeritos realizados para poder unir mediante cordeles las piezas rotas.
Las herramientas más antiguas
Pero hay otras piezas que todavía nos retrotraen más lejos
en el tiempo, concretamente a hace unos 300.000 años.
Se trata de herramientas elaboradas con cantos de piedra recogidos en la orilla del río Arga, una piedra de especial dureza arrastrada hasta allí desde la zona de Kintoa.
«Antes solo teníamos una docena de estas piezas, y ahora tenemos unas 30.000», informan nuestros guías al tiempo que nos pasan tres muestras: una acabada en punta, otra con filo y otra más tosca y robusta.
Se trata de herramientas elaboradas con cantos de piedra recogidos en la orilla del río Arga, una piedra de especial dureza arrastrada hasta allí desde la zona de Kintoa.
«Antes solo teníamos una docena de estas piezas, y ahora tenemos unas 30.000», informan nuestros guías al tiempo que nos pasan tres muestras: una acabada en punta, otra con filo y otra más tosca y robusta.
También nos enseñan una curiosa pieza de sílex de hace unos
14.000 años, hallada en la cueva de Alkerdi-Berroberria (Urdazubi). «La madera,
el hueso y el sílex eran la materia prima utilizada en aquellos tiempos. Eran
algo así como el plástico en la actualidad.
En Asturias –añaden– se han encontrado piezas de sílex procedente de Urbasa, donde era muy abundante, lo que muestra las grandes distancias que solían recorrer para poder obtenerlo».
En Asturias –añaden– se han encontrado piezas de sílex procedente de Urbasa, donde era muy abundante, lo que muestra las grandes distancias que solían recorrer para poder obtenerlo».
La visita guiada estaba prevista para una hora, pero se ha
prolongado el doble. Hay otras muchas piezas excepcionales, como el mapa más
antiguo de Europa, que se encontró grabado en una pequeña piedra de la cueva de
Abauntz (valle de Ultzama), y al que se le atribuyen unos 13.700 años.
O los restos óseos de una mujer encontrados en el abrigo rocoso de Aizpea (Aribe), que son los más antiguos de Nafarroa y que están muy bien conservados.
Pese a su interés, todo este material arqueológico es desconocido por la mayor parte de la población.
O los restos óseos de una mujer encontrados en el abrigo rocoso de Aizpea (Aribe), que son los más antiguos de Nafarroa y que están muy bien conservados.
Pese a su interés, todo este material arqueológico es desconocido por la mayor parte de la población.
El guerrero gigante de Turbil
A tres kilómetros de Beire, en dirección a Uxue, hay una
pequeña colina que controla una gran extensión de terreno, desde las Bardenas y
el Moncayo hasta Jurramendi, Andia y Gerinda.
En esa colina existió durante la Edad del Hierro el poblado de Turbil, cuyos restos todavía son evidentes.
En el extremo sur del castro, fuera de él, fue hallada una estatua-estela que representa a un guerrero gigante, con 3,17 metros de altura y 1.270 kilos de peso. La efigie estaba partida en dos, con la parte de la cabeza separada del tronco.
Los expertos creen que no fue debido al paso del tiempo o a la acción de agentes atmosféricos, sino que se trató de una destrucción intencionada que habría tenido lugar hace unos 2.200 años.
En esa colina existió durante la Edad del Hierro el poblado de Turbil, cuyos restos todavía son evidentes.
En el extremo sur del castro, fuera de él, fue hallada una estatua-estela que representa a un guerrero gigante, con 3,17 metros de altura y 1.270 kilos de peso. La efigie estaba partida en dos, con la parte de la cabeza separada del tronco.
Los expertos creen que no fue debido al paso del tiempo o a la acción de agentes atmosféricos, sino que se trató de una destrucción intencionada que habría tenido lugar hace unos 2.200 años.
En el momento de este excepcional hallazgo
(año 2010), los rasgos faciales del guerrero estaban muy alterados, pero se
reconocía el cuello, el pelo, los ojos y las orejas, así como un disco-coraza
que tiene sobre el pecho a modo de protección y que porta suspendido de los
hombros mediante dos correajes.
Está considerada una estela de tipo ibérico,
por ser muy similar a otras descubiertas en el Levante; es la mayor de toda la
Península y no se ha encontrado ninguna obra de estas características al norte
del río Ebro.
Esta estela es una de las 400 piezas que cada año se restauran en los Fondos de Arqueología, que cuentan con una sala para el tratamiento de materiales.
Esta estela es una de las 400 piezas que cada año se restauran en los Fondos de Arqueología, que cuentan con una sala para el tratamiento de materiales.
«Aquí no contamos con personal dedicado a la
restauración, pero contratamos a expertos para que hagan este tipo de
trabajos», explica Jesús Sesma mientras nos muestra la estatua original de
Turbil, la más antigua manifestación de escultura de bulto redondo conocida
hasta ahora en Nafarroa.
En este caso, no solo ha sido restaurada, sino que
también se ha hecho una copia idéntica y ha sido colocada en el mismo lugar
donde se encontraba, dominando los campos de Erriberri y gran parte de la Zona
Media.
Fue precisamente la Cantería Jaurrieta, de Erriberri, la
encargada de realizar la reproducción fiel del original, tanto en iconografía
como labra de la piedra y utilización de materia prima, concretamente arenisca
del lugar.
Otra obra excepcional que ha sido restaurada en los Fondos
de Arqueología es una estela de piedra que tiene tallada una escena de caza, la
única que se conoce en toda la Península Ibérica.
Representa a un hombre
clavando la lanza a un jabalí, que a su vez es acosado por un perro; sobre
ellos aparece un toro y varias figuras humanas incompletas, ya que la estela
está rota.
Esta pieza única estaba en la puerta de la iglesia de
Iruñela, pueblo del valle de Deierri de apenas medio centenar de vecinos,
quienes reclaman que la estela sea devuelta a su lugar.
Los arqueólogos del
Gobierno de Nafarroa también son partidarios de que este tipo de obras
artísticas se conserven en el lugar donde estaban antes de su restauración,
«siempre que se aseguren las condiciones para que se mantengan en buen estado
de conservación y no desaparezcan de allí». «Muchas piezas tienen una gran importancia»
En Nafarroa existen unos pocos museos arqueológicos de
pequeño tamaño, dedicados a temas concretos y levantados en el mismo lugar
donde está el yacimiento.
Es el caso del Museo de las Eretas, que reproduce el
poblado de la Edad del Hierro hallado en Berbintzana, a la orilla del río Arga;
los museos de las villas romanas de Andelos (Mendigorria) y Arellano, o el
propio despoblado amurallado de Rada, un yacimiento excepcional al que se
suelen organizar visitas guiadas de forma esporádica.
Sin embargo, no existe un
Museo de la Arqueología como tal, ni siquiera un lugar apropiado para albergar
en buenas condiciones las cientos de miles de piezas guardadas actualmente en
los 325 palets y 25.000 contenedores de este almacén de 2.000 metros cuadrados
de superficie.
Algunas de ellas suelen ser consultadas por investigadores para
realizar o completar estudios arqueológicos, para lo que cuentan con dos
despachos.
Los materiales custodiados allí apenas son conocidos por una
minoría de la población. En el año 2014 se hicieron unas pocas visitas guiadas,
pero luego el Gobierno de Nafarroa dejó de promocionarlas y ya no se han vuelto
a hacer.
«Aquí hay muchas piezas que no tienen cabida en el Museo de Navarra, pero tienen una gran importancia y habría que buscar alguna fórmula para mostrarlas a los ciudadanos», coinciden Jesús Sesma y Jesús García.
«Aquí hay muchas piezas que no tienen cabida en el Museo de Navarra, pero tienen una gran importancia y habría que buscar alguna fórmula para mostrarlas a los ciudadanos», coinciden Jesús Sesma y Jesús García.
También recuerdan que la multinacional Ikea se ha interesado
por esta antigua fábrica de estufas para construir allí una tienda que ocuparía
unos 20.000 metros cuadrados, lo que obligaría a trasladar estos fondos
arqueológicos a otro lugar. I. V.
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En este gran depósito que describe Iñaki VIgor deben estar los esqueletos y restos arqueológicos que encontraron en Uxue.
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En este gran depósito que describe Iñaki VIgor deben estar los esqueletos y restos arqueológicos que encontraron en Uxue.
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