La gente “se muere” por unas migas
_________ZMD.COM - 21/09/09
Ujué celebró este domingo su décima edición de la Fiesta de las Migas, que el Consorcio de la Zona Media y el Ayuntamiento de Ujué, vienen organizando desde hace otros tantos años.
Y un año más quedó palpable, que la gente “se muere” por comer migas. Se acabaron todas las migas preparadas, y todas las que se hubieran hecho demás también. Esa fue la mejor muestra.
Los más de 1.000 cuencos, que se repartían en la Plaza del Ayuntamiento también se acabaron. Colas inmensas para rellenar el cuenco de barro con la inscripción de la fiesta de las migas, del cual ya había desaparecido la rosquilla. Que por cierto también se acabaron. Volaron 1.500. Todo un deleite para el paladar.
Y eso que algunas de las personas que repartían las migas, “racionaban” la cantidad servida para las 12 del mediodía, en previsión de que se
terminasen. Con el vino no hubo problema. La gente pudo tomarlo sin problemas.
Pero este domingo Ujué, también ofreció otros productos típicos que el público no dudó en probar, catar y comprar para llevarse a casa. El pan, el vino, las garrapiñadas, las pastas, el queso,… toda una tentación para el paladar. Pero sobre todo las migas y de nuevo los vecinos de Ujué, se lo trabajaron.
El tiempo amenazó durante todo el día con descargar agua, pero se quedó en las nubes. La jornada comenzó con el tradicional reparto de caldo de ajo. Desde las 10.00 los más madrugadores, quisieron llenar el estómago y de paso calentarlo. En total 45 litros de caldo.
Tras ello, llegó el reparto de las migas. Se prepararon más de 2.500, pero fue insuficiente. La gente quiere repetir, y claro, hay gente que se queda sin probarlas. Las zonas de reparto: El Toril, San Antón, Pilarraña y calle Larga, fueron un hervidero de gente, con largas calas a determinadas horas, con la intención de hacerse con una ración.
En esta ocasión los mesones Las Torres y Uxue, se encargaron de preparar todas las raciones. Y ahí se podía encontrar una a la alcaldesa de Ujué, María Jesús Zoroza, vendiendo cuencos de barro.
Pero también hubo otras citas que tuvieron su público, la música en la calle o la exposición sobre el nombre de la localidad en los bajos del Ayuntamientos, que la gente pudo visitar.
También el deporte rural, que en el frontón y a las 13.00 horas también tuvo su público. Complicado coger sitio para verlo.