El Apostolado de Aibar desapareció. Pero los aibarreses no han dejado de venir a Santa María de Uxue.Ahora vienen de dia hombres y mujeres acompañando al Cristo que sus antepasados traían. Foto R.Setuain.
Leemos a Pedro María Flamarique en su libro ''Los Apostolados a Ujué'':
Para saber algo o mucho de los Apostolados hay que ir a Aibar.
Una conversación larga con el Sr Sabalza lleno de años y de buen humor y con Salvador, el antiguo sacristán es como ir a una clase de la mejor universidad, con el mejor catedrático en temas de devoción a la Virgen de Ujué.
No tienen libros viejos que digan algo de esas cosas, ni tampoco lo tienen claro si hubo Apóstoles de Ujué o era la romería del pueblo o si iban un grupo grande de hombres.
Pero de cualquier modo nos lo contaron así:
''El dia grande de romería era el quince de mayo San Isidro''.
Entunicados como Dios manda y la tradición de esas viejas cristiandades marianas.
Con el gorro ocultando el rostro y la cruz báculo cada uno, bien guardada en casa como signo externo y preciado de familia a lo largo del año.
Faroles ''uno pa cada cinco o seis´´ y una o dos caballerías que siempre viene bien. Y en el fondo de las espaciosas alforjas los bocadillos y las botas de vino y si el tiempo amenazaba repuesto de calcetines y borceguís.
Salían a las diez de la noche del 14 de la iglesia y el Señor Cura los acompañaba hasta Casa Moriones rezando los ''catorce misterios'' en voz puesta y caminaban hasta el alto de Lerga.
Antes recenaban en Eslava en el Círculo, en ambiente de una manera simple y penitencial con el bocadillo de cada uno. Haciendo tiempo entre trago y trago hasta las doce de la noche en que comenzaba el ayuno para la devota comunión
Rezando hasta el alto de Lerga, camino o senda. Por el monte sin rezar pero en silencio y hasta Ujué.
En la cruz de piedra rezaban cada uno, cada cual lo que podía y ''fuera y p´alante''.
Entraban en Ujué en ''procision'' y en ''filica´´.
De los curas, recuerdan que don Isidoro hacia el viaje ''completico'' con ellos pero ''montau en el ganau''
Algún año se les juntaban en Ujué gente de la Ribera y quiere decir que de alguna romería serían.
La confesión pa tomar comunión ya la habían hecho la tarde anterior en el pueblo pues para eso se venían al mediodía del campo.
Y tras la misa después de cantar la aurora al Santo Cristo del Amparo, desayunaban en una ''fondica'' y con las almendras pa la mujer y los hijos en las alforjas en casa Estefania o Meliton Ayesa, volvían otra vez a la iglesia a hacer sus rezos.
Cantando de nuevo, como despedida la aurora se ponían en camino de vuelta.
Generalmente lo hacían por Gallipienzo un poco en desbandada hasta la Tejería. Pero antes en un altico rezaban mirando a Ujué la ultima salve
En la Tejería cuando ya estaban todos, paraban y almorzaban.
Siempre picafría y menudico en fuentes grandes y platos solo para el cura y algún invitado.
Un camión de Indabe lo llevaba ya guisado desde Aibar.
El Lacumbé.. ¿Una versión de la ipurdidantza propia de Aibar?
Después de almorzar bien, venia la alegría, la fiesta, la canción y El Lacumbé. . lo dice el señor Sabalza y se ríen fuerte y sonoro los dos.
El Lacumbé era un baile movido, como para hacer la digestión y bajo su dirección y meneo venia el culé, el rodillé el codé.... etc etc con todas las partes del cuerpo humano. Y las risas la fiesta y camaradería fraterna sencilla e ingenua.
Allí mismo hacían las cuentas pues era para eso ya se habían apuntau para el desayuno y el almuerzo unos días antes en el pueblo.
Entrada de vuelta en Aibar.
Volvían con ''buen templico'' y salían todos en Casa Moriones con el cura y monaguillos.
Y al volteo de las campanas ''entraban entunicados con el gorro puesto y mucho serios''. Pues se decían unos a otros ''Eh cuidau que no nos conozcan''.
Y de nuevo con la aurora y la adoración al Santo Cristo se acababa el viaje y todos pa casa.
La llamaron siempre romería a Ujué y no fueron nunca ni mujeres ni niños y los últimos años pagaban por todo 40 o 50 pesetas.
Los de Eslava los respetaban mucho al ir y al volver siempre les saludaban con la campanica de Santa Barbara.
ANECDOTAS :
Un año al pasar por un corral de Gallipienzo vieron que había novillas jóvenes. Y al mozo Avelino se le ocurrió:
-No me voy sin torearlas.
Se quitó la túnica y al primer paso que lo intentó lo mandó hasta el Chuchu . (el monte Chuchu, el mas alto de Ujué y la comarca.)
Y aquel año entró Avelino a su pueblo sin túnica y cojeando.
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Otro año en casa del sacristán de Ujué haciendo tiempo, otro aibarés echó un fajo entero de coscojos al fuego y empezó a arder toda la cocina....... Gritos, pozales ,agua, vecinos.....y después decían los de Ujué que por los de Aibar casi había ardido el pueblo... .. ¡exagerados!
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Volviendo otra vez, en el alto antes de la Tejería de Gallipienzo vieron desde arriba a unos buenos almadieros salacencos que se habían atascado abajo en el río y que gritaban todos a una: ¡AUUUUUUPA..AUUUUUUUUUUUPAAAA!
Los de arriba, entunicados de Aibar, un poco de burla, se unieron a los gritos y remedaban:
¡AUUUUUUPA..AUUUUUUUUUUUPAAAA!
Y con el enfado y vocablos, enseñando sus navajas bardeneras los remedados almadieros, escaparon los valientes de arriba y se olvidaron aquel año de la Salve de despedida.....
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También en otra ocasión no estaba LA IMAGEN en su santuario que la estaban restaurando (debió ser en 1952) y el Cura de Ujué les avisó a tiempo y uno de Aibar dijo en su reunión: No importa que ya estará su hermanica y fueron a Ujué...................................
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Hasta aquí un extracto de lo que Pedro Mari Flamarique recoge de boca de los de Aibar en su libro titulado Los apostolados a Ujué.
Costumbre de un pueblo que vino de noche en Apostolado hasta hace bien poco...
Ahora, en el mismo día que Lerga y Gallipienzo, una representación de Aibar viene a Uxue con el antiguo Cristo que el Apostolado llevaba, y renuevan su romería.
Son un grupo de hombres y mujeres que al menos y según sus palabras, seguirán viniendo a Ujué mientras vivan
Entran en procesión junto a los de Ayesa, otro pueblo que al desaparecer su Apostolado a Ujué también ha optado por venir arropando al Crucifijo que sus antecesores traían en Apostolado.
Para acabar recordar que otras hermandades o apostolados dedicados a la Virgen de Ujué han existido en la comarca hasta los años setenta (1970-80). Son las de Lerga, Aibar, Eslava, Ayesa, Barásoain y Olleta. En la actualidad esta tradición únicamente se mantiene en Olite y Tafalla.
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Pinchando en los siguientes enlaces, miembros de esas cofradías de "Los Doce" de cada lugar explican como se desarrolla, o desarrollaba, su caminata nocturna a Uxue, el regreso a sus respectivos pueblos y las actividades que desarrollan, o desarrollaban, durante el año:
- El Apostolado de Olite.
- El Apostolado de Aibar.
-El Apostolado de Ayesa.
- El Apostolado de Eslava.
- El Apostolado de Lerga.
- El Apostolado de Olleta.
- El Apostolado de Barasoain.
- El Apostolado de Tafalla.
- La subida a Ujué del 2009 contada por uno de los Doce de Tafalla
- La romería nocturna de San Martín de Unx
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