- Hablamos del ejercicio del caza mayor en cuyo caso, aparte de tener excelentes jaurías de perros, llegaron a tener hasta tigres para sus batidas de osos, jabalíes y lobos. (Ver aquí)
- En cuanto a la caza menor mencionábamos el uso de la cetrería signo exclusivo de distinción de la monarquía y alta nobleza. (Ver aquí)
- Y hablamos del boato de los reyes de la casa de Evreux en cuanto a su vida palaciega y sobre la creencia popular de que estos reyes podían curar enfermedades al imponer sus manos sobre quienes las padecían. (Ver aquí)
Mikel Zuza me comenta que
- Y hablamos del boato de los reyes de la casa de Evreux en cuanto a su vida palaciega y sobre la creencia popular de que estos reyes podían curar enfermedades al imponer sus manos sobre quienes las padecían. (Ver aquí)
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TEMA DE HOY:
Los banquetes del Palacio Real de Olite, muestra de poder y ostentación. Todo era ostentación en los ágapes que organizaban los reyes de Navarra.
Ostentoso salón, ostentosas mesas, ostentosas vajillas,.. Excelentes y abundantes cocinados... ricos postres... abundante vino y bebidas...
Todo era demostración de riqueza y lujo por parte de los reyes de Navarra hacia sus invitados.
PRIMERA PARTE
Programar banquetes, ocasión de ostentar y demostrar quien es quien.
El boato de la realeza presidiendo los ágapes en el salón más impresionante, su ostentación al acudir ante los invitados con suntuosas vestimentas y utilizar vajillas lujosas marcaban diferencias realzando la figura del rey y su familia como anfitriones de tales eventos.
La disposición de los comensales según su lejanía o acercamiento a la mesa presidida por los reyes manifestaba la jerarquización de la sociedad indicando quién era más que quién.
Los tipos y cantidad de alimentos, bebidas y postres que los reyes ofrecían a sus invitados también eran en sí un alarde de ostentación, refinamiento y poder.
Los espectáculos o entremeses que se ejecutaban delante de los comensales amenizaban el ambiente a la vez que servían también para demostrar que los reyes no dudaban en traer artistas que habían adquirido probado renombre en otras cortes de Europa.
Palacio Real de Olite/Erriberri. Espacios elegidos para los banquetes:
La "Cambra luenga" o "Salón del Reyno"..
Hay constancia de que en ciertos palacios europeos, en caso de hacer buen tiempo solían organizar los banquetes en jardines y terrazas al aire libre.
En cuanto a Olite, hay numerosas menciones a la celebración de banquetes en la llamada "chambra larga" o “cámara luenga”, espacio sito en el llamado Palacio Viejo o de los Teobaldos, actual Parador de Turismo.
Cuando visitamos el Palacio Real de Olite no nos damos cuenta que sólo nos enseñan una parte del mismo.
Y nos vamos sin que nos hayan dicho que esta parte del conjunto monumental siguió teniendo gran importancia tras la construcción de la parte que hemos visitado.
FOTO: Palacio de los Teobaldos o Palacio Viejo. Olite. |
Lo que llamamos Palacio Viejo (actual parador) era el palacio inicial del siglo XIII.
Este edificio tuvo salas muy importantes dedicadas a la gobernanza y actos diplomáticos del Reyno de Navarra durante el tiempo en que los reyes residieron en Olite (los Teobaldos en el siglo XIII, y los Evreux durante los siglos XIV y XV)
En pleno siglo XV, y tras la ampliación del palacio nuevo, la planta baja del edificio de los Teobaldos siguió albergando la gran sala de "La Cort" o Consejo Real, tribunal supremo de justicia y administración del reino.
Y sobre "La Cort", en una parte del piso alto, estaba la "Cambra luenga" o "Salón del Reyno".
En
ella se celebraban toda clase de actos: reuniones de
las Cortes de Navarra, banquetes, bailes, conciertos de música, recepciones diplomáticas etc.
Los dos grandes ventanales góticos que se ven en la foto, se hicieron en 1414 para mejor iluminación de la Cambra luenga.
El Palacio Nuevo (con sus majestuosas torres, balconadas, terrazas y jardines) se comenzó a construir a principios del siglo XV como una ampliación del antiguo, finalizando las obras hacia 1424.
SEGUNDA PARTE: MOBILIARIO Y VAJILLAS
La sala de los banquetes. Preparación del banquete. Colocación de las mesas.
Es obvio que los banquetes se celebrasen el salón más amplio y elegante del palacio.
En el caso de Olite, en la Chambra Larga, también llamada Salón del Reyno.
Las mesas se colocaban formando una especie de rectángulo en torno al interior de la estancia o comedor principal.
La mesa de la Familia Real se solía poner sobre un estrado para poder ser vistos y sobresalir por encima de los asistentes.
Las mesas se formaban con tableros sustentados sobre caballetes. Las tablas se cubrían con lujosos manteles, adornados con franjas de brocado. Sobre el borde de éstos se colocaba un segundo mantel más estrecho para que los comensales se limpiaran los labios y las manos,
Los comensales se acomodaban entre la parte exterior de la mesa y los muros del recinto.
La parte central del comedor quedaba exenta para que pudiesen acceder los sirvientes y para que músicos, juglares, acróbatas, malabaristas y artistas contratados por los anfitriones pudiesen ofrecer sus habilidades.
La vajilla, otro elemento de ostentación.
En la pagina 419 de su tesis doctoral "Poder, simbología y representación en la Baja Edad Media. El ajuar en la Corte de Carlos III de Navarra", Merche Oses Urricelqui dice que la calidad de la vajilla que se ponía en la mesa era distinta según el nivel estamental de cada invitado y que
"La utilización de diferentes tipos de vajilla entre los invitados a la mesa regia no es más que otro símbolo que expresa la diferenciación social existente durante la Baja Edad Media y la pertenencia a uno u otro grupo social"
La vajilla de metales preciosos.
Merche sigue diciendo que
"las ricas piezas de vajilla elaboradas con metales preciosos no obedece solo a una política de regalos (a convidados importantes) ni al gusto, disfrute y ostentación de su poseedor (el rey), dentro de la manifestación de la realeza en sí misma, sino que además se corresponde a una reserva monetaria, un auténtico activo financiero que se podía empeñar a cambio de capital líquido en momentos de urgencia o excepcionalidad".
Merche Oses comenta que
"En los banquetes más solemnes se dejaba a la vista de los comensales la vajilla trabajada con materiales preciosos (plata y oro), con el fin de impresionar a los invitados. Con el fin de exhibir la riqueza y el poder de su poseedor ésta se disponía en un dreçador cubierto por un mantel de rica tela, aparador que se colocaba en la sala siempre contra una pared y normalmente cerca del final de la mesa principal""A lo largo de todo el reinado de Carlos III se adquieren más de 1.818 piezas de vajilla realizadas con metales preciosos, oro y plata principalmente, además de, en algunos casos, estar esmaltadas y lucir la divisa del rey".
La vajilla de porcelana.
Mikel Zuza me ha enviado tres fotografías de otras tantas fuentes o platos de porcelana pertenecientes a la reina Blanca de Navarra y su marido Juan de Aragón.
Objetos que fueron parte de la vajillería del palacio para lucir en los banquetes donde hacían ostentación de lujo y poder en todo.Foto número 1:
Mikel Zuza me comenta que
"Este ejemplar, que tiene un diámetro de 40 cm, sería más bien una bandeja o una fuente para llevar los alimentos a la mesa.Cuando se hacían encargos a los artesanos de Valencia se hablaba de vajillas enteras, el resto de vasija era a juego e iría decorada de la misma forma, siendo este plato uno de los pocos supervivientes que ha llegado a nuestros días.
Y sigue diciendo que:
"Quizás incluso podría ser que las hojas que bordean y adornan el escudo estén ahí por una razón muy concreta: porque sean de castaño, una de las divisas favoritas de los Evreux.A destacar también el carbunclo de Navarra, y que es evidente que a los operarios valencianos no les explicaron bien cómo eran exactamente las armas de la reina, pues falta la banda componada sobre las flores de lis. Aún así, es una auténtica maravilla"..
Foto número 2:
Este plato se conserva en el Instituto Valencia de Don Juan, de Madrid. Sin duda debió pertenecer a la reina Blanca de Navarra, pues su inicial coronada es idéntica a la que se halla en la bóveda de la catedral de Pamplona.
Foto número 3
Editor: Universidad de Navarra
"El tercer y último plato de la vajilla de los reyes de Navarra que se conserva, es este con las armas del rey Juan II que se halla en el Museo de Sevres (cerca de París).Como podéis ver, son las mismas que las de su mujer doña Blanca, sólo que al revés: dando preferencia a Castilla y Aragón, como él hizo siempre, en todos los ámbitos. Podéis ver asimismo que aunque el plato del rey es también muy hermoso, palidece frente al de su esposa".
TERCERA PARTE:
Sobre quiénes estaban al cargo de la provisión de alimentos y de los maestros de cocina.
El Hostal del rey de Navarra o departamentos del “comer y el beber”
El Hostal del Rey, comprendía los departamentos de Panadería, Botellería, Cocina, Frutería y Escudería.
- El departamento de Panadería era el responsable de la elaboración de los productos derivados del trigo.
- El de Botellería de la adquisición de vino, su custodia y servicio.
- El de Cocina de la adquisición de viandas y preparación de los alimentos, junto con la Salsería, cuya función era la preparación de caldos y salsas.
- El de Frutería de abastecer de ceras y frutas.
- El de Escudería se encargaba de lo relacionado con la caballería, organización de los viajes de la Casa Real y pago de salarios a los miembros del Hostal.
Cada Departamento tenía al frente un responsable que dependía del Maestre del Hostal.
Los servidores y cocineros adscritos a ellos podían ser profesionales o jóvenes que llegaban a Palacio para hacer carrera.
Dado que en unos tiempos en que los envenenamientos eran frecuentes (Carlos II adquirió fama de esto), se les exigía a todos prestar juramento de homenaje al Rey.
La importancia de estos departamentos del “comer y el beber” fue muy grande cuando se trataba de organizar ágapes de sumo refinamiento y ostentación para impresionar a los invitados y para que estos salieran saciados.
La Corte Real de Olite, y más concretamente
los Hostales, parece ser que nunca pasaron de
300 servidores de nómina.
Cuando el Rey iba de viaje, quedaban menos en palacio porque una buena parte de los sirvientes le acompañaban como séquito.
Durante el reinado de Carlos III, pasaron por la
Corte unas 1.400 personas al servicio del Rey, 200
de ellas mujeres.
CUARTA PARTE
Las comidas ordinarias del día a día y los banquetes en ocasiones y fechas señaladas.
En el Hostal del rey se tomaban ordinariamente dos comidas al día, la primera a
mediodía y la segunda a la caída del sol.
A mediodía el rey acostumbraba a invitar a
miembros del clero y se llamaba pitanza. Consistía en pan, vino y carne.
No siempre se tomaba un almuerzo antes de la primera comida y solía consistir en pan, vino, carne o
pescado, especialmente las jornadas de viaje o en romerías.
La familia real navarra, según F. Serrano Larráyoz, consumía ordinariamente
pan, vino y carne, con excepción de vigilias y cuaresma en que se tomaba pescado.
Banquetes en fechas señaladas.
Normalmente, solían asistir a este tipo de banquetes entre
100 y 200 personas de las más diversas categorías
y profesiones, incluidos tres pobres.
PALACIO REAL DE OLITE. MENÚ DE NOCHEBUENA Y NAVIDAD DEL AÑO 1406
Seguidamente ponemos como ejemplo el menú de dos banquetes en los que estuvo ausente el rey.
Carlos III el Noble marchó a París en 1403 y permaneció allá hasta 1406. Tras negociar asuntos pendientes, ya en el año 1404 el rey de Francia compensó económicamente al de Navarra por las tierras normandas de los Evreux y por los derechos que tenía nuestro Carlos III en Chanpaña y Brie.
Además, el rey de Francia creó para Carlos III y sus descendientes el ducado de Nemours.
Doña Leonor, esposa de Carlos III, quedó como regente del reino de Navarra.
El Palacio Nuevo estaba en fase de construcción y no estuvo terminado hasta 1421.
Días 22-24 de Diciembre de 1405.
Doña Leonor, regente del Reyno en ausencia de Carlos III, recibe a su yerno don Juan de Foix, Vizconde de Castelbón, casado con Juana, hija suya y de Carlos III.
Viaje de la comitiva visitante:
Salieron de Pamplona el día 22, donde se hospedaron en la Sede Real de “La Torr”, mientras que su comitiva se hospedaba en mesones y casas de nobles.
En la comida, 80 personas, merece destacar la longaniza, el botillo de puerco y, de postre, 50 peras de Angois, compradas a Catalina la Conversa.
En la comida, 80 personas, merece destacar la longaniza, el botillo de puerco y, de postre, 50 peras de Angois, compradas a Catalina la Conversa.
Se gastó mucha leña y carbón, cosas del invierno, y las caballerías comieron tres cahíces de avena y una carga de paja menuda.
(Cada cahíz de avena equivale a un peso actual de 64 kilos de avena por lo que podemos constatar que las caballerías que utilizaron para el viaje eran numerosas).
(Datos sacados del libro OLITE. Historia, Arte y Vida).
Dia de nochebuena del año 1405.
Tras pernoctar en Barásoain el día 23, los viajeros llegaron a Olite para la Nochebuena, fecha entrañable.
Traían un nutrido e ilustre cortejo: Mosén León (Leonel, hijo bastardo de Carlos II), el Mariscal, Arnaut de Garro, Mosén Beltrán de Lacarra, Mosén Arnaut Guillén, Arnautón de Luxa y varios escuderos.
El Maestre del Hostal se esfuerza en obsequiar a los de Ultrapuertos. El “botellero” compra 45 carapitos de vino bermejo y blanco, de los que sobraron solo 4.
Antes de continuar con el relato, veo necesario resaltar que el dia de nochebuena y hasta épocas recientes, no se podían comer carnes. Era día de abstinencia proclamado por la Iglesia Católica.
En la cena de Nochebuena del año 1405 se suministraron en el Palacio Real de Olite las siguientes viandas:
- 6 costales de besugos,
- 14 de congrios,
1 carga de loinas (loiñas, parecido a las madrillas)
2 docenas de huevos,
- 1 pan de sucre (azúcar), algunas hortalizas como “espinagas”, canela, jengibre y azafrán, “pastices”, un plato fino.
- Pascoalet, el hijo del pollero, trajo de Lerín y Miranda caza y pesca de río.
- La “frutería” ofrece zanahorias, cuerdas de uva y 24 libras de castañas.
- Se adquieren varias partidas de candelas.
- Asimismo “bogias” (velas) de sebo y de cera blanca para alumbrar en el “decir las horas (rezos) de la Reyna.”
Para la capilla se reservaron 2 grandes “torchas” (antorchas) de 12 libras de peso.
La sala comedor se cubrió con 6 cargas de “jungo” (junco) en alfombras.
Los “gages” o salarios y el gasto de las caballerías van a cargo de la Escudería del Hostal.
Madama Juana, hija de los reyes y esposa de don Juan de Foix, cobra 32 sueldos, 20 el Obispo, 16 el confesor, las damas de la Reina entre 7 y 2, según categorías, algunos cortesanos y varios servidores entre 18 y 13 sueldos.
Es curioso que se indique esta asignación diaria a la Infanta, Obispo, confesor, damas… El gasto ascendió a 152 libras.
(Datos sacados del libro OLITE. Historia, Arte y Vida).
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¿Cuánto comieron y bebieron el día de Nochebuena de 1405?
Recordemos que la comitiva de Juan de Foix y su esposa Juana era de 80 personas.
Vemos que en la cena de nochebuena comieron solo pescado.
Desconozco cuantos fueron los comensales en total, ya que al séquito visitante se le sumarian personas de la casa Real y altos cargos de la Corte.
Esa Nochebuena bebieron 41 garapitos de vino blanco que a 11,77 litros por cada garapito da un total de 482,57 litros.
El pescado que compraron para la cena lo declaran en "cargas" y "costales".
No se cuanto podía caber en un costal pero puede que dos costales (¿sacos?) fuesen una carga (un costal a cada costado de un mulo o caballo)
¿Quedaron saciados para el día siguiente?
Ahora lo vemos:
Comida del Dia de Navidad del año 1405.
El día de Navidad de 1405, se reunieron 334 personas, ya que a los comensales del día anterior se añadieron muchos caballeros, escuderos, dueñas, doncellas, servidores reales y 12
frailes de San Francisco.
Junto a Madama Juana (esposa de Juan de Foix e hija de los reyes) aparecen las dueñas y doncellas de la Reina y las
Infantas: Blancheta, Catalina, Isabel, Leonor, Constanza de Arbizu, Margarita de Úriz, Marica de Caparroso, Blanca Périz, otra Catalina, etc. Son
nombres familiares, como los de los criados Alexandre, Petrico, Pascoal, Johanico, Machín, Martico, etc. y los de oficios más bajos, como el
aguador, el pollero, el fornero, el trompeta, etc.
No
faltan, como es habitual, los pobres, invitados diariamente a la mesa real, que suelen cobrar un real.
- Se beben 60 carapitos de vino, una parte para
los criados, y 2 carapitos para los 12 frailes. Osea traducido a litros 728 entre 334 personas.
- Comieron
por todo lo alto: 130 “pastiches”(pastel de carne al horno adobados con flor de harina)
- Se sirvieron 180 conejos y 196 gallinas traídos de Lerín, Miranda, Peralta, Cárcar, Villafranca, Andosilla y otros
lugares.
- De Falces, 6 ánades, 2 tocinos y 140 huevos.
- En Tafalla se compró un gran buey
- Los de
Olite ofrecieron como presente 7 capones, 7 cabritos y 5 pares de perdices.
- Se sacrificaron también
34 carneros.
- Como guarnición, 8 “trezas” (horcas)
de cebollas y 4 de “aillos” (ajos), 1 cesta de zanahorias, perejil y unas berzas.
- El Departamento de Frutería puso toronjas o
naranjas, 300 manzanas y 100 peras, todo del
jardín y huertos del Palacio.
Aparte de las candelas
de sebo para los candelabros, se consumieron
ocho grandes “torchas” en alumbrar la Cámara
Luenga.(lugar del banquete sito en el palacio viejo actual parador) En total se gastaron 106 libras.
(Datos sacados del libro OLITE. Historia, Arte y Vida).
¿Cuánta carne le tocó a cada comensal el día de Navidad de 1405?
El lector puede sacar la cuenta de cuántas gallinas, otras aves y conejos tocaron a cada persona, aparte de lo que les tocase del buey, tocinos, huevos y de la carne de los 34 carneros y de los 7 cabritos... etc.
Claro que deberíamos tener en cuenta que las sobras (si algo sobraba) podían ponerse a disposición de los trabajadores de las cocinas, sirvientes y guardianes del palacio etc. (Recordemos que el Palacio Real de Olite tenía 300 servidores de nómina).
Los litros de vino que bebió cada comensal el día de Navidad de 1405.
Hemos leído que el día de Navidad se juntaron en el palacio de Olite 334 personas y
dieron cuenta de 60 carapitos de vino mas otros 2 para los 12 frailes.
Si tomamos en cuenta que el carapito tenía 11,77 litros,. hagamos cuentas:
62 garapitos x 11,77= 729 litros
729 litros : 334 personas = 2,182 litros por persona.
La fruta que consumieron también fue abundante:
300 manzanas, 100 peras y un número no determinado de naranjas.
El detalle de las esteras de junco.
Hemos leído que "la sala comedor se cubrió con 6 cargas de “jungo” (junco) en alfombras".
Recordamos que la sala donde se desarrollaban los banquetes era donde se reunían las Cortes de Navarra y que también era la Sala de Recepción de Embajadores y personajes importantes.
Además, era la sala de escuchar y ver actuaciones musicales de empaque, actos todos en los que además de los tapices más lujosos podían lucir las alfombras más deslumbrantes.
Pero ante el peligro de que en un banquete se derramen grasas, vinos, caldos... lo de quitar alfombras y poner esteras de juncos era una alternativa para salvaguardar los suelos... a la vez que ofrecían el confort térmico para compensar el de las alfombras que se retiraban..
Nota final
Haría falta otro artículo sobre las diversas bebidas y licores con contenido alcohólico que se servían en los banquetes de palacio (por ejemplo pacharán y vinos espumosos) sin olvidarnos de los postres de repostería y de que en los banquetes también se servían zumos y batidos refrigerados con el hielo del pozo-nevera que aún se conserva.Así que, vale por hoy..
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RECOMENDACIONES PARA QUIEN QUIERA SABER MAS SOBRE EL TEMA DE HOY:
- Tesis doctoral de Mercedes Osés Urricelqui titulado "Poder, simbología y representación en la Baja Edad Media: el ajuar en la corte de Carlos III de Navarra (1387-1425)"
Se puede bajar por Internet desde la Universidad Pública de Navarra pinchando aquí
- Libro titulado OLITE. Historia, Arte y Vida, capitulo Vida en la corte de Olite pagina 348 y siguientes.
Autor: El periodista olitense José María Pérez Marañón.Editor: Universidad de Navarra
Se puede bajar el libro completo desde la UNAV por medio de Internet en formato Pdf pinchando aquí
- Fernando Serrano Larrayoz. Banquetes de los Príncipes de Viana a mediados del siglo XV pinchando aquí
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Es importante el libro de Fernando Serrano Larrayoz titulado "Mesa del rey, la cocina y regimen alimentario en la corte de Carlos III"
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