Uxue. Un día festivo de mayo del 2018. Tiempo primaveral.
Sentados en la terraza del bar, unos cuantos vecinos y vecinas de todas las edades. Uno de 65 años (yo) los otros, mucho más jóvenes.
Encima de una de las mesas, el único periódico al que está suscrita la dueña del establecimiento... Sí, ése: "El de las esquelas".
Un contertulio saca a colación un artículo que acaba de leer, en el que se dice que para optar a ciertos puestos de trabajo en la Administración Foral se va a pedir saber euskara.
El tema enciende el ambiente. Y como suele suceder en estas conversaciones de bar, se arma un "bullicioso guirigay" entrecruzando opiniones diversas...
Si en Navarra todos sabemos castellano... ¿pa qué el vasco?
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El concepto de que ciento cuarenta mil navarros quieran vivir utilizando uno de los idiomas propios de Navarra (el más veterano de toda Europa) fue abriéndose paso en la discusión gracias a que varios contertulios eran padres que enviaban a sus hijos a ikastolas.
Y, más o menos, los presentes quedaron de acuerdo en que:
- El idioma que no se usa, muere.
- El euskara es un idioma vivo en Navarra. Con hablantes que tienen ganas de vivir en euskara y transmitirlo a sus descendientes.
- Alguien que quiera vivir en euskara no perjudica a quien quiera vivir en castellano.
- Los navarros que saben y quieren vivir en euskara también son (somos) contribuyentes.
Y sigo pensando para mis adentros:
- Todos los euskaldunes de Navarra dominan (dominamos) dos idiomas o más.
- Es necesaria una ley que permitiese a funcionarios bilingües dependientes del Gobierno de Navarra ejercer su labor en ambas lenguas (previo examen de idoneidad, claro)
- Y si son trilingües o cuatrilingües... ¿Por qué no aprovechar sus capacidades lingüísticas en cada momento y en todo lugar en que sea necesario?
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Y vuelvo a recordar una idea que salió a relucir al inicio de aquella tertulia:
"Si en Navarra todos sabemos castellano... ¿pa qué el vasco?."
Bajo este pensamiento hay un rastro de rendición. El de dar por muerto el más veterano de los idiomas de nuestra tierra.
No nos olvidemos que en 1512, la Navarra de aquel entonces quedó dividida en dos a raíz de la invasión castellana.
A partir de entonces, en la Alta Navarra se fue imponiendo el castellano y en la Baja Navarra el francés.
Y me duele constatar que en la sociedad actual todavía hay quien mantiene ese mismo parecer:
Ciertos partidos y sindicatos están quejosos porque se puntúe saber euskara para acceder a ciertos puestos de trabajo ya que ello "perjudicaría" a quienes no lo saben... ¡y a tal cosa le llaman imposición!
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Queremos la administración al servicio del ciudadano.
Desde que hay conciencia de ser pueblo, de ser contribuyente, y tenemos consciencia de querer conservar nuestro patrimonio común (material e inmaterial) pensamos que:
- Todos y cada uno de nosotros mantenemos económicamente toda la estructura gubernativa, sanitaria, judicial y administrativa de nuestra sociedad.
- Por lo tanto, dichas estructuras deberían estar al servicio del contribuyente (del ciudadano) y no al contrario.
- Además de la obligación de mantener la Administración, los contribuyentes también tenemos, entre otros, el derecho a vivir en el idioma que queramos.
- Y si ese idioma es el euskara, (patrimonio de esta tierra) también somos conscientes de tener derecho a que la Administración nos atienda en euskara.
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Encima de una de las mesas, el único periódico al que está suscrita la dueña del establecimiento... Sí, ése: "El de las esquelas".
Un contertulio saca a colación un artículo que acaba de leer, en el que se dice que para optar a ciertos puestos de trabajo en la Administración Foral se va a pedir saber euskara.
El tema enciende el ambiente. Y como suele suceder en estas conversaciones de bar, se arma un "bullicioso guirigay" entrecruzando opiniones diversas...
Si en Navarra todos sabemos castellano... ¿pa qué el vasco?
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El concepto de que ciento cuarenta mil navarros quieran vivir utilizando uno de los idiomas propios de Navarra (el más veterano de toda Europa) fue abriéndose paso en la discusión gracias a que varios contertulios eran padres que enviaban a sus hijos a ikastolas.
Y, más o menos, los presentes quedaron de acuerdo en que:
- El idioma que no se usa, muere.
- El euskara es un idioma vivo en Navarra. Con hablantes que tienen ganas de vivir en euskara y transmitirlo a sus descendientes.
- Alguien que quiera vivir en euskara no perjudica a quien quiera vivir en castellano.
- Los navarros que saben y quieren vivir en euskara también son (somos) contribuyentes.
- La Administración debe estar al servicio de los ciudadanos.
Y se fue comprendiendo que:
- El funcionario debe estar al servicio del contribuyente.
- Si el contribuyente quiere mantener su relación con la administración en euskara, la Administración Foral de Navarra debe poner funcionarios que puedan atenderlo.
La conversación derivó a que si para ser funcionario eso de saber euskara era una imposición o no...
Se aclaró que se trataba de puestos de atención o relación con el público, de servicio al contribuyente, y las opiniones comenzaron a fluir.
Exigir ciertas aptitudes para acceder a un puesto de funcionario... ¿es vejatorio para quien no las tiene?
La verdad es que no cuesta nada llegar a comprender que para ser bombero, policía municipal o policía foral se exija saber administrar primeros auxilios y tener ciertas capacidades físicas como por ejemplo correr los cien metros lisos o trepar por una soga en un tiempo determinado.
Los tertulianos coincidimos en opinar que no todo el mundo está dotado de tales capacidades.
Y nos dimos cuenta de que a nadie se le ocurre decir que quiten esas pruebas ya que discriminan a los que no tienen, no tenemos, tales aptitudes.
Todos los tertulianos coincidimos en que para acceder a cualquier puesto de trabajo en la Administración (educación, sanidad, comunicaciones, actividades agropecuarias etc) es imprescindible cumplir algún requisito en cada uno de los puestos de trabajo que se necesitan:
Y se fue comprendiendo que:
- El funcionario debe estar al servicio del contribuyente.
- Si el contribuyente quiere mantener su relación con la administración en euskara, la Administración Foral de Navarra debe poner funcionarios que puedan atenderlo.
La conversación derivó a que si para ser funcionario eso de saber euskara era una imposición o no...
Se aclaró que se trataba de puestos de atención o relación con el público, de servicio al contribuyente, y las opiniones comenzaron a fluir.
Exigir ciertas aptitudes para acceder a un puesto de funcionario... ¿es vejatorio para quien no las tiene?
La verdad es que no cuesta nada llegar a comprender que para ser bombero, policía municipal o policía foral se exija saber administrar primeros auxilios y tener ciertas capacidades físicas como por ejemplo correr los cien metros lisos o trepar por una soga en un tiempo determinado.
Los tertulianos coincidimos en opinar que no todo el mundo está dotado de tales capacidades.
Y nos dimos cuenta de que a nadie se le ocurre decir que quiten esas pruebas ya que discriminan a los que no tienen, no tenemos, tales aptitudes.
Todos los tertulianos coincidimos en que para acceder a cualquier puesto de trabajo en la Administración (educación, sanidad, comunicaciones, actividades agropecuarias etc) es imprescindible cumplir algún requisito en cada uno de los puestos de trabajo que se necesitan:
-Haber estudiado magisterio, haber estudiado enfermería, medicina... ser ingeniero.. ser informático... ser experto o perito en ganadería y agricultura... etc.
Seguro que la mayor parte de la población no ha hecho los estudios que se exigen para estos puestos y seguro que nadie se siente menospreciado porque sólo los capacitados puedan acceder a ellos.
¿Qué requisitos deberían tener los puestos de atención al público?
Tras comentar lo antedicho, comenzamos a hablar de la asistencia al público en los distintos departamentos del Gobierno de Navarra y administración pública en general.
Y varios tertulianos razonaron que las áreas directamente implicadas en la información, atención y asistencia al ciudadano deberían tener funcionarios capacitados para asistir a quien pida ser atendido en euskara.
Máxime cuando en Navarra (todos estuvimos de acuerdo) no es difícil encontrar gente capaz de desarrollar esa labor.
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Hasta aquí, más o menos, lo que en aquella tertulia informal de terraza de bar se habló...
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Tras comentar lo antedicho, comenzamos a hablar de la asistencia al público en los distintos departamentos del Gobierno de Navarra y administración pública en general.
Y varios tertulianos razonaron que las áreas directamente implicadas en la información, atención y asistencia al ciudadano deberían tener funcionarios capacitados para asistir a quien pida ser atendido en euskara.
Máxime cuando en Navarra (todos estuvimos de acuerdo) no es difícil encontrar gente capaz de desarrollar esa labor.
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Hasta aquí, más o menos, lo que en aquella tertulia informal de terraza de bar se habló...
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Y sigo pensando para mis adentros:
- Todos los euskaldunes de Navarra dominan (dominamos) dos idiomas o más.
- Es necesaria una ley que permitiese a funcionarios bilingües dependientes del Gobierno de Navarra ejercer su labor en ambas lenguas (previo examen de idoneidad, claro)
- Y si son trilingües o cuatrilingües... ¿Por qué no aprovechar sus capacidades lingüísticas en cada momento y en todo lugar en que sea necesario?
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Y vuelvo a recordar una idea que salió a relucir al inicio de aquella tertulia:
"Si en Navarra todos sabemos castellano... ¿pa qué el vasco?."
Bajo este pensamiento hay un rastro de rendición. El de dar por muerto el más veterano de los idiomas de nuestra tierra.
No nos olvidemos que en 1512, la Navarra de aquel entonces quedó dividida en dos a raíz de la invasión castellana.
A partir de entonces, en la Alta Navarra se fue imponiendo el castellano y en la Baja Navarra el francés.
Siglo XVII. Los escribanos que solo sabían un idioma, celosos de los que sabían dos.
Recuerdo aquel artículo de este blog (ver aquí) donde explico que, sobre todo a partir del siglo XVII, hubo en Navarra un colectivo de escribanos que desconocía el vascuence.
Se sentían discriminados respecto a los escribanos que sabían euskara y podían ejercitar su oficio por toda Navarra ya que por obligación de su oficio también dominaban el castellano..
¡Los que sólo dominaban un idioma se sentían discriminados!
Recuerdo aquel artículo de este blog (ver aquí) donde explico que, sobre todo a partir del siglo XVII, hubo en Navarra un colectivo de escribanos que desconocía el vascuence.
Se sentían discriminados respecto a los escribanos que sabían euskara y podían ejercitar su oficio por toda Navarra ya que por obligación de su oficio también dominaban el castellano..
¡Los que sólo dominaban un idioma se sentían discriminados!
¡El saber más, el tener más conocimientos discriminaba!
Y me duele constatar que en la sociedad actual todavía hay quien mantiene ese mismo parecer:
Ciertos partidos y sindicatos están quejosos porque se puntúe saber euskara para acceder a ciertos puestos de trabajo ya que ello "perjudicaría" a quienes no lo saben... ¡y a tal cosa le llaman imposición!
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Queremos la administración al servicio del ciudadano.
Desde que hay conciencia de ser pueblo, de ser contribuyente, y tenemos consciencia de querer conservar nuestro patrimonio común (material e inmaterial) pensamos que:
- Todos y cada uno de nosotros mantenemos económicamente toda la estructura gubernativa, sanitaria, judicial y administrativa de nuestra sociedad.
- Por lo tanto, dichas estructuras deberían estar al servicio del contribuyente (del ciudadano) y no al contrario.
- Además de la obligación de mantener la Administración, los contribuyentes también tenemos, entre otros, el derecho a vivir en el idioma que queramos.
- Y si ese idioma es el euskara, (patrimonio de esta tierra) también somos conscientes de tener derecho a que la Administración nos atienda en euskara.
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Actualmente, mayo del 2018, no son ni siquiera el 1% de la plantilla las
personas que (en razón del perfil de su puesto) son bilingües con función de
atender y relacionarse con el ciudadano en la Administración Foral de Navarra.
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