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jueves, 23 de mayo de 2013

Por un mejora sostenible y eficaz del alumbrado público en la zona Media


El sistema de alumbrado público de Ujué tiene más de 35 años y muchas de sus 170 farolas no portan vidrio exterior, por lo que aumenta el deterioro y rotura de bombillas con el viento. 

Esta combinación (modelos antiguos de bombillas y farolas sin vidrios) deriva en un coste más alto de mantenimiento (intervención de un empresa externa) y del gasto en electricidad. 
 Otros municipios de la zona, como Pitillas, han elegido bombillas de bajo consumo de sodio de baja presión (con luz de mejor calidad y con menos mantenimiento) que además; gastan alrededor de tres veces menos que las antiguas lámparas de vapor de mercurio (luz blanca) que hay en Ujué. 
La sustitución de un sistema por otro se amortizaría en aproximadamente tres años. Además, se puede regular la intensidad luminosa y programar apagones parciales por zonas. 

Otro ejemplo cercano: En el casco antiguo de Olite se ilumina con tecnología LED, que dura más, da más luz y ahorra más. 
El sistema de iluminación exterior del Santuario de Ujué es aún más antiguo (aunque de mas reciente instalación) y no lleva temporizador/reloj. Está encendido toda la noche, a diferencia de, por ejemplo, el cercano San Martín de Unx que se apaga a la 1:00 de la madrugada. Pero el Gobierno de Navarra paga las facturas de luz... 

Algo contrario ocurre en el castillo de Olite, que no se ilumina por las noches a pesar de ser el segundo monumento más visitado de Navarra. ¿Cuál es la lógica?


El foco anti-colisión aérea que hay en el torreón mayor de Ujué, (la luz roja que podemos ver en los molinos eólicos y antenas repetidoras sitas en lugares elevados) tampoco funciona desde hace un par de años, sin que el Gobierno de Navarra (responsable) u otros se enteren y  lo arreglen. 

Los cazabombarderos y helicópteros del cercano polígono de tiro de las Bardenas en tiempos de maniobras pasan incluso de noche y a toda velocidad sin que esté en funcionamiento esta luz de advertencia. 

Urge mejorar la calidad del alumbrado público y también ahorrar en mantenimiento y las facturas de luz que pagamos entre todos. 
El argumento "no hay dinero" no vale, ya que sí lo hay para derrochar en alumbrado y bombillas ineficientes.... Es un problema clásico de falta de conocimiento e inversión (mayor en el caso de Ujué, con una renovación de un sistema amortizado). 
Un entuerto que resulta más costoso cada año que pasa al no renovarse las instalaciones obsoletas ni garantizar su mantenimiento. 

Este articulo ha sido enviado a la prensa local por Emmanuel Bergassé y Mikel Burgui, vecinos de Ujué.