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viernes, 13 de mayo de 2011

Dos regresos accidentados hacia Tafalla en la romeria de Ujué.

En el capitulo de hoy os contaré dos accidentes ocurridos antaño en la vuelta de la romería de Ujué hacia Tafalla.

De todos es conocida la costumbre de que los entunicados fueran exclusivamente hombres e hicieran el camino hacia Uxue y vuelta hacia sus pueblos a pie.
Las mujeres y muchos otros devotos también subían, pero en carros, galeras o cabalgando en caballerias para estar en Uxue antes de que llegase la romeria. 
Luego volvían a sus pueblos del mismo modo en que habian venido.

Los sucesos que voy a relatar tuvieron constancia en la prensa de Navarra. 
Son dos accidentes; Uno ocurrido el domingo 1 de mayo de 1904 y el otro el domingo 2 de mayo de 1920.  
En ambos sucesos estuvieron involucrados carros o coches tirados por tracción animal:
Uno es un atropello con resultado mortal.
El otro, el choque de una galera contra otro carruaje con numerosas personas contusionadas.
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MUERTE DE UN NIÑO EL 1 DE MAYO DE 1904
Noticia tomada de El Diario de Navarra del martes 3 de mayo de 1904.
Ampliando los detalles de la desgracia ocurrida en San Martin de Unx el domingo, noticia que nos comunicó nuestro corresponsal en Tafalla nos dice el de la primera de dichas localidades lo siguiente:

«Después de la salida de la peregrinación de Tafalla ha ocurrido una sensible y grande desgracia; las ruedas de uno de los coches que conducían á los tres sacerdotes de Tafalla, han pasado por encima del cuello de un niño de 8 años, quedando cadáver en el acto y con el fin de enterar á los lectores de su ilustrado Diario del modo y forma que ha tenido lugar tan trágico como lamentable suceso, la diré con los datos que he podido adquirir y con los que como testigo presencial puedo dar.

Los coches dichos marchaban al paso y á muy poca distancia uno de otro; en el estribo del primero iba un niño de esta, al que los viajeros le dijeron reiteradas veces se quitase de él, por cuanto podía ser cogido por el coche de atrás; al dejar dicho estribo llegó otro compañero sin duda con el mismo fin y como dichos viajeros le instasen a que se retirara, con gritos, ademanes y demás, no se colocó en él, pero sin hacer caso á nada seguía de espaldas hacia atrás, á pesar de los avisos que el cochero del segundo le dirigía al propio tiempo que iba refrenando las caballerías para parar el vehículo, el chico sin darse cuenta del peligro tropezó con la caballería de la izquierda con tan mala suerte, que cayó al suelo y en un instante se vio cogido por la primera rueda, pasándole a continuación la segunda por el cuello, quedando cadáver el desventurado niño por estrangulación de la primera vértebra cervical, sin que ni los gritos de todos ni los esfuerzos inauditos del cochero, pudieran evitar semejante tragedia, puesto que de tanto refrenar se rompieron los cabestrillos, no consiguiendo detener el coche antes por estar el terreno con algo de pendiente, lo que so consiguió luego, pero ya no había remedio.

¡Qué cuadro, señor Director! No quiero hacer comentarios, porque todavía tengo un no sé qué dentro del cuerpo del disgusto tan grande que me llevé.

El hecho, como se ve, es casual y el pobre cochero se llevó tan gran disgusto que ni puede descansar, ni tranquilizarse, pues aun cuando sabe que no pudo hacer más par evitar la desgracia y no le fue posible conseguirlo, por lo cual tiene gran sentimiento.

Mañana le harán al niño la autopsia, para lo cual se ha avisado al señor médico de Ujué.
Los funerales y la conducción del cadáver también se harán mañana a las siete de la misma.
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El otro suceso es también un accidente ocurrido a una galera de regreso hacia Tafalla tras la romeria de 1920.
El relator lo cuenta con cierta dosis de humor pero en el fondo todo accidente es cosas seria aunque no se produzcan daños personales.

El relato apareció en el Diario de Noticias de Navarra el 29 de abril de 2003 firmado por Pedro Arrese y hace referencia a un suceso ocurrido en la romería de Tafalla a Uxue del año 1920.

MILAGRO DE LA GALERA.
¡Ay, ay, ay...! ¡Virgen de Ujué! ¡Madre mía, que torta nos vamos a dar! Estas frases y otras análogas, además de ciertas palabras fuertes que por pudor no repetiremos, salían de las gargantas de varias mujeres, pero mejor sea que rebobinemos y contemos las cosas por orden, que suele ser lo más correcto. Era la romería de los tafalleses a la Virgen de Ujué de 1920.

Después de la comida, la tertulia, los cantos y la despedida a la Virgen, empezó el regreso cada uno a su casa.
Un grupo de mujeres, entre las que se encontraban María Zufiaurre, Crispina Espinal, Sebastiana Lizarraga, Romana Les, Blasa y Susana Salinas, Eugenia Zabalza, Dionisia Górriz, María Aguirre, Paula Zudaire y Blasa Martínez entre otras, lo realizaron montadas en la galera de Manuel Pernaut.

Todo iba bien hasta que, no se sabe por qué, se rompieron los frenos y la galera arrancó cuesta abajo a una velocidad que espantaba, entre los gritos de las tafallesas y los espectadores. Apareció un coche que subía y contra él se estrelló la galera, lanzando el aire un revoltijo de piernas y faldas al aire.

Hubo un montón de heridas y huesos rotos a mansalva. Blasa Martínez contaba a su marido, José Mª Esparza lo ocurrido como se había roto la pierna, aunque reconocía que "era un milagro, un milagro de la Virgen que no nos haya pasado nada".

El santo esposo le debió responder: "Si milagro, ¡si no hubieras ido...!" .....
El ayuntamiento tomó nota de lo sucedido y dictó el 29 de marzo de 1921, (año siguiente del accidente) unas normas de circulación para la romería, indicando las preferencias de paso entre carros, galeras, coches de caballos y automóviles, que de todo había en Tafalla. ....(...)... PEDRO ARRESE.

EL ACCIDENTE DE LA GALERA CONTADO POR UN TESTIGO VISUAL
El corresponsal de El Diario de Navarra que cubría la romería nos da noticia de primerísima mano sobre este accidente:
“……Poco después de salir de Ujué pudimos advertir desde nuestro automóvil que a distancia algún vehículo había volcado.  Efectivamente, a unos cuatro kilómetros de San Martín encontramos en la carretera un lastimoso cuadro, una galera, que abarrotada de viajeros venia, dio alcance a un coche por haberse espantado las caballerías de la primera, viniendo al suelo los dos carruajes y resultando heridos casi en su totalidad los que los ocupaban que son más de treinta personas, en su mayor parte mujeres de aquí.

Los heridos todos fueron conducidos á San Martin, donde se les prestaron les primeros auxilios médicos y de toda clase y sin perder momento se colocaron convenientemente en automóviles de La Tafallesa, que dejaron los viajeros y se trajeron á Tafalla hasta sus respectivos domicilios.

Algunos tienen lesiones que no revisten gravedad por el momento y otros sufren fracturas.
La triste noticia circuló por Tafalla a manera de relámpago, dando motivo á que esperaran impacientes la llegada de los viajeros ansiosos de que éstos aclararan lo sucedido”

El Diario de Navarra emitió la nota que sigue
N. de la R.—En el Gobierno civil había ayer un telegrama del Alcalde de Tafalla confirmando cuanto dice en su carta nuestro activo corresponsal en aquella ciudad, añadiendo que las personas que resultaron heridas y contusas a consecuencia del accidente fueron las siguientes: 

Narciso Zufiaurre, Pedro Berruezo, Maria Zufiaurre ,Crispina Espinal, Sebastiana Lizarraga, Romana Pernaut, Dionisia Urríza, María Les, Blasa Martínez, Plácida Salinas, Higinio Zabalza, Sebastiana Sanz, Dionisia Gorriz, Susana Salinas, Maria Aguirre, Francisco Jiménez y Paula Zudaire.
Todos ellos vecinos de Tafalla a cuya población fueron conducidos en automóviles donde se les prestó asistencia facultativa.
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NOTA: 
Este capítulo ha sido posible gracias al trabajo del amigo J. I. Zulet en su faceta de concienzudo investigador de las hemerotecas. 
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