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viernes, 18 de junio de 2010

Ser en la vida romero.


El salesiano de Ujué Jose Miguel Burgui Ongay es de alma inquieta. A través de su vida ha estado en los mas diversos lugares a los que su vocación le ha mandado ir.

Ha desarrollado multitud de actividades sobre todo con los jóvenes fundando las más diversas asociaciones como podréis ver en su biografía, larga de relatar aquí, pero que está disponible en esta otra dirección.

La poesía de hoy es de Leon Felipe y en ella describe lo que según él es la vida: Una romeraje, un caminar, una peregrinación en la que el equipaje ha de ser ligero, pasar por los sitios sin que nada haga callo, pasar por todo una vez ... Yo diria que Jose Miguel es así , siempre de un lado a otro, pero que ha dejado huella allí por donde ha pasado.

Podréis encontrar a José Miguel en internet en éste blog que él mantiene y en el que va contándonos cosas de su Uxue natal, del camino de Santiago y de los monumentos de Roma, la ciudad donde tiene su último destino. Allá lo encontraremos como guía para los castellano-parlantes en las catacumbas de San Calixto.

Ahí va este poema. Leedlo con detenimiento. Es precioso. Lleno de sentimiento. Creo que nuestro paisano es como Leon Felipe dice: Un incansable y perpetuo romero.


ROMERO SOLO

Ser en la vida romero,
romero solo que cruza siempre por caminos
nuevos.
Ser en la vida romero
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero... sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez solo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo
digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos
decía el príncipe Hamlet, viendo cómo cavaba una fosa
y cantaba al mismo tiempo un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos
hacer justicia. Tan bien como el Rey hebreo
la hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero,
ligero, siempre ligero.

Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo
ni la flor de un solo huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros.
LEÓN FELIPE
Versos y oraciones de Caminante.